El Cuarto del piano está abierto al mundo, abierto a ti: abre la puerta. En este cuarto no sólo hay notas, también hay silencios, ritmos…; tiempo. Cuando el tiempo, el ritmo, los silencios y los sonidos comparten cuarto, surge la música, y de esa armonía brotan sentimientos que deben ser devueltos al mundo.
El impulso que me llevó a construir este cuarto surgió de una entrevista que realizaba Cayetana Guillén Cuervo en el programa “¡Atención obras!” a Antonio Fraguas de Pablo, gran humorista gráfico, conocido como Forges, y a su mujer, Pilar Garrido Cendoya, por la presentación de su libro “Del guateque al altar”. En ella Forges, refiriéndose a su mujer, dijo:
“Me costó trabajo convencerla de que lo suyo valía”...
“Mucha gente no se da cuenta de que el ser humano que escribe, pinta…, no es nadie ni quién para juzgar lo que hace; tiene el deber de enseñarlo y son los demás los que tienen que ver aquello. El artista es solamente un transmisor de una cosa muy grande que hay encima de todos los seres humanos y no hay derecho a que mucha gente escriba una poesía y la rompa sin que la vea nadie porque a lo mejor su criterio no es el adecuado. Esa poesía es de toda la humanidad; no es de él solo”.
Tras escuchar estas palabras aparecieron los cimientos de El cuarto del piano.
El cuarto del piano es como la cajita de música que espera perdida en un cajón: sólo tienes que darle un poquito de cuerda, abrir su puerta y… bueno, no sé, el arte y la magia son subjetivos. Sólo espero que su atmósfera te inunde.
Contenidos creados por Ana Cristina Escobés Hernando.